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Cuando Hablan los Truenos: Desenmascarando el 666

Con la intención de vindicar una verdad enterrada durante dos mil años, Cuando Hablan los Truenos: Revelando el 666 emplea un enfoque lógicamente coherente, respaldado por evidencia textual, hechos históricos y profundidad espiritual para responder preguntas cruciales previamente no resueltas sobre el libro del Apocalipsis—incluyendo la identidad de la figura misteriosa mencionada en el escrito como la segunda bestia o el Falso Profeta, y lo que significa contar su número, 666. Para ayudar a los lectores a asimilar el controvertido mensaje de la antigua carta, Cuando Hablan los Truenos también proporciona una base sólida arraigada en las enseñanzas de Jesús, lo que permite abordar sus implicaciones de una manera que enriquece tanto el espíritu como la mente..

 

En el pasado, varias teorías sobre la identidad de la segunda bestia —popularmente conocida como el Anticristo— se han difundido ampliamente; sin embargo, son altamente especulativas, sensacionalistas y con fallas lógicas. Por ejemplo, algunos utilizan gematría para afirmar que Nerón fue el Falso Profeta; sin embargo, esta metodología no solo es problemática porque requiere tomar pasos de manera arbitraria y complejidades injustificadas para forzar el resultado de 666, sino también porque Nerón nunca fue considerado profeta ni cumplió ninguna de las otras condiciones señaladas por el libro del Apocalipsis, excepto haber sido uno entre los muchos que persiguieron a los primeros cristianos. De igual manera, existen muchas teorías erróneas que pasan por alto el claro sentido de inmediatez que enfatiza el libro del Apocalipsis en su primer y último capítulo, y llegan a la conclusión equivocada de que el Falso Profeta es un líder político-religioso que surge, o surgirá, cientos de años después de que la carta fuera escrita, sin fundamentos para respaldar sus argumentos.

 

En cambio, sin suposiciones ambiguas ni ecuaciones complejas, Cuando Hablan los Truenos: Desenmascarando el 666 revela cómo el Moisés del Antiguo Testamento es la única figura que encaja perfectamente con las siete características que el Apocalipsis atribuye a la bestia. A continuación, se presenta un breve resumen del Capítulo 9 de Cuando Hablan los Truenos, en el que se expone cómo el Moisés del Antiguo Testamento cumple con los criterios de manera textual, contextual, lógica e incluso espiritual, considerando que muchas de las historias y leyes del Pentateuco son claramente antitéticas a las enseñanzas de Jesús. Sin embargo, debido a la Ley Mosaica que ordenaba la muerte por lapidación para cualquiera que hablara contra el Dios descrito en el Pentateuco (Levítico 24:16 y Deuteronomio 13:6-10), el autor del Apocalipsis se vio obligado a escribir la carta de manera críptica o codificada para evitar que fuera destruida por los sacerdotes de Jerusalén, quienes usaban el nombre de Moisés y sus mandamientos para liderar la primera persecución brutal y probablemente más trascendental contra los primeros seguidores de Jesús (Hechos 6:11–14).

 

Muchos se preguntarán: ¿cómo podría ser Moisés la segunda bestia si es una de las figuras más veneradas en los escritos bíblicos? Pero ese es precisamente el punto que el Apocalipsis plantea cuando dice: “Engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le permitió hacer en presencia de la bestia” (Apocalipsis 13:14). Y aunque algunos académicos y líderes religiosos siempre recurren al versículo en el que Jesús dice que no vino a abolir la ley, sino a cumplirla, no es una afirmación objetiva decir que con esta declaración validó todo el Pentateuco con sus 613 leyes incluidas, considerando que una y otra vez, con sus acciones y palabras, Jesús mostró un fuerte rechazo hacia muchas de esas leyes y actitudes.

 

Es importante señalar que Cuando Hablan los Truenos hace una distinción entre el Moisés del Pentateuco y el verdadero Moisés, ya que existen documentos históricos que hablan de la existencia de grupo de judíos y cristianos del siglo I, tales comes los ebionitas y los nasareanos (no confundir con nasareos o nazarenos) que creían que el Moisés de la Torá era una versión fabricada y no el verdadero Moisés de sus antepasados.

LA BESTIA QUE EMERGE DE LA TIERRA
Moises del Pentateuco

A continuación se presenta un resumen del capítulo 9 de Cuando Hablan los Truenos, en el que se expone cómo el Moisés del Pentateuco cumple con cada una de las siete características del Falso Profeta (segunda bestia).

 

  1. Contar el número de la segunda bestia (Falso Profeta) resulta en 666 (Apocalipsis 13:18): En la versión del Antiguo Testamento que usaban los primeros seguidores de Jesús, el nombre de Moisés se repite 666 veces desde el momento de su nacimiento (Éxodo 2:10) hasta el momento de su muerte (Deuteronomio 34:5). El conteo debe hacerse usando la versión del Antiguo Testamento que contiene el Pentateuco griego de esa época, palabra por palabra. La edición de Rahlfs de la Septuaginta es la candidata adecuada porque se basa en la disciplina académica de crítica textual, la cual consiste en reconstruir los manuscritos antiguos originales palabra por palabra sin ningún tipo de alteraciones. El hecho de que en la versión más precisa del Antiguo Testamento griego el nombre de Moisés se repita exactamente 666 veces desde su nacimiento hasta su muerte es una evidencia sorprendente que no puede atribuirse a una mera coincidencia, considerando que el mismo Moisés cumple con todos los demás criterios. Cuando Hablan los Truenos enumera cuántas veces se repite el nombre de Moisés en cada capítulo desde su nacimiento en Éxodo 2:10 hasta su muerte en Deuteronomio 34:5.

  2. Hace que fuego descienda del cielo a la tierra (Apocalipsis 13:13): Según el Antiguo Testamento, en múltiples ocasiones Moisés realizó milagros en los que descendió fuego del cielo (Éxodo 19:18, Levítico 9:23-24, Levítico 10:2-3, Números 16:35-37).

  3. Utiliza grandes milagros para persuadir a los hombres a seguirlo (Apocalipsis 13:14): Guiar multitudes mediante milagros es uno de los factores principales que convirtió a Moisés en una figura tan influyente y venerada por las grandes religiones (Éxodo 14:21 es un ejemplo entre muchos otros), y muchas personas continúan siguiéndolo por esos milagros.

  4. Hace que los hombres reciban una marca en su mano derecha o en sus frentes y que nadie pueda comprar o vender excepto los que tengan la marca (Apocalipsis 13:16-17): En cuanto a la obediencia a la ley mosaica, Deuteronomio 6:8 dice: “y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos”. Además, una característica clave del Templo de Jerusalén era la gran cantidad de transacciones que ocurrían en sus alrededores para comprar y vender las cosas requeridas para las ofrendas y sacrificios (es decir, animales, aceite y harina); sin embargo, durante tiempos de conflicto, los judíos más radicales prohibían a los no practicantes (aquellos sin la "marca") participar en esas actividades, ya que los gentiles eran considerados ritualmente impuros y frecuentemente vistos como enemigos. Esto se ilustra en los escritos del siglo I (Guerras de los Judíos, Libro 2, Capítulo 17, Párrafo 2).

  5. Tenía dos cuernos como un cordero, pero hablaba como un dragón (Apocalipsis 13:11): Considerando que en la literatura bíblica el cordero es símbolo de mansedumbre (Isaías 53:7), es claro que este versículo del Apocalipsis significa que la segunda bestia era mansa en apariencia, pero sus palabras eran severas e implacables. Números 12:3 afirma que Moisés era más manso que nadie (“muy manso, más que todos los hombres”), mientras que Números 31:17 y Éxodo 32:27-28 muestran cómo él ordena acciones que, según la mayoría de los estándares, pueden calificarse como extremadamente crueles y violentas.

  6. Es un Falso Profeta (Apocalipsis 19:20) y el engaño es una de sus características principales: Los escépticos argumentarán que Moisés no puede ser la segunda bestia porque es venerado como el mayor profeta de la antigüedad por muchos, pero tal argumento solo confirma lo que dice el libro del Apocalipsis, que el Falso Profeta “engaña a los que moran en la tierra mediante los milagros” (Apocalipsis 13:14). Para que algo se considere un gran engaño, primero debe ser percibido como algo bueno por la mayoría, de lo contrario, no sería un engaño en absoluto. De igual forma, para que alguien sea un Falso Profeta, debe ser considerado un profeta por aquellos a quienes ha engañado (Deuteronomio 18:15). Las historias y los más de 600 mandamientos contenidos en el Pentateuco tienen reputación de ser buenos porque se dice que provienen de Dios, pero su naturaleza engañosa radica en el hecho de que, aunque en algunas ocasiones se menciona la palabra “misericordia”, la mayoría de esas leyes opresivas e historias violentas de vanagloria enseñan claramente a los hombres a ser inhumanos, crueles y violentos entre sí, en clara oposición a las enseñanzas de Jesús de amar incluso a tu enemigo, tener autocontrol, verdadera bondad, perdón y mansedumbre.

  7. Persecución contra quienes no adoraban a la bestia o a su imagen (Apocalipsis 13:15): “Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase”. Durante el siglo I, la Ley Mosaica se convirtió en la herramienta utilizada para perseguir y matar a los primeros seguidores de Jesús; era como si la escritura misma tuviera vida, como si pudiera hablar y matar, ya que Levítico 24:16 y Deuteronomio 13:6-10 establecen que cualquiera que blasfemara o predicara sobre otro Dios debía ser apedreado hasta morir. Las personas adoraban tanto la ley mosaica, que estaban dispuestas a quitarle la vida a sus hermanos y hermanas si no estaban de acuerdo con algo escrito allí. Esto significaba que cualquiera que se opusiera abiertamente o escribiera en contra de alguno de los decretos del Pentateuco era ejecutado, ya que se decía que esas leyes venían directamente de Dios y, según el mismo Pentateuco, desobedecerlas merecía la muerte. Las primeras persecuciones despiadadas contra los primeros cristianos usaron el nombre de Moisés y sus leyes para condenarlos a muerte. Estas fueron las persecuciones más trascendentales porque ocurrieron en una etapa muy temprana y pudieron haber resultado en la destrucción de muchos de sus primeros escritos y a un enfoque más parcial en favor del Moisés del Antiguo Testamento para poder sobrevivir. Hechos 6:11–14 proporciona un ejemplo claro de cómo la Ley de Moisés se utilizaba para perseguir y matar a los primeros seguidores de Jesús en toda la región, alegando que eran blasfemos por intentar cambiar las costumbres escritas en el Pentateuco. Sería ingenuo pensar que después de estas persecuciones tan crueles y despiadadas, escritos que criticaran abiertamente al Pentateuco podrían haber sobrevivido, especialmente sin un método moderno y rápido para reproducir las cartas, pero el Libro del Apocalipsis encontró una forma de hacerlo ocultando su mensaje.

CRITERIOS ADICIONALES
Contexto, Proposito and Significado

Consistencia con el contexto: Contrario a la creencia popular, el tema central del Libro del Apocalipsis está relacionado con Jerusalén, no con Roma, ya que hace referencia directa a Jerusalén al decir “donde también nuestro Señor fue crucificado” (Apocalipsis 11:8). La fuerte crítica del autor hacia Jerusalén se alinea con las palabras de Jesús cuando dijo: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados!” (Mateo 23:37). Dado que la Ley Mosaica es la base del Templo de Jerusalén, y que los sumos sacerdotes eran la autoridad político-religiosa que a menudo ordenaba las ejecuciones siguiendo los escritos supuestamente de Moisés (Levítico 24:16 y Deuteronomio 13:6-10), el contexto general respalda plenamente el argumento de que el Moisés del Antiguo Testamento es la segunda bestia (el Falso Profeta). Además, Cuando Hablan los Truenos explica cómo las extrañas criaturas descritas en el Apocalipsis como “langostas sobre la tierra” son una representación exacta del sumo sacerdote y de los sacerdotes ordinarios del Templo de Jerusalén, lo cual demuestra una relación directa entre los distintos capítulos del libro del Apocalipsis.

 

Consistencia con el proposito y significado: Cuando nos ponemos en los zapatos de los primeros cristianos, que sufrieron persecuciones interminables, fueron asesinados y catalogados como enemigos de Dios simplemente por disentir de muchas costumbres del Antiguo Testamento (particularmente del Pentateuco), se entiende la importancia que el Libro del Apocalipsis tuvo entonces y aún tiene hoy. También se hace evidente por qué la carta tuvo que ser escrita de forma críptica o codificada, ya que cualquier escrito que criticara abiertamente la Ley de Moisés era destruido por el Sumo Sacerdote. Pero el mensaje principal es este: mandamientos como “tu ojo no tendrá piedad. Vida por vida, ojo por ojo…” no pueden reconciliarse con el valioso principio de amar incluso al enemigo; historias de vanagloria y violencia no pueden reconciliarse con enseñanzas de humildad y mansedumbre; leyes idolátricas de sacrificios de animales y rituales no pueden reconciliarse con enseñanzas de crecimiento interior y verdad. Cuando Hablan los Truenos argumenta que quien intente reconciliar una cosa con la otra termina adormeciendo su propia conciencia y minimizando el sacrificio que hizo Jesús en su esfuerzo por enseñarnos cuál es la verdadera naturaleza de Dios.

LAS FALLAS EN LAS TEORÍAS PASADAS

Con la intención de despejar ideas preconcebidas sobre este tema, es necesario explicar, al menos brevemente, las graves fallas lógicas de las numerosas teorías que han surgido a lo largo de los años. Por ejemplo, la teoría basada en gematría que alega que el Falso Profeta fue Nerón ignora por completo muchos de los elementos descriptivos proporcionados por el Libro del Apocalipsis y requiere una metodología muy forzada, ya que sus proponentes deben añadir complejidad y pasos arbitrarios para que esta funcione. Primero, dicha teoría es problemática porque la gematría puede ser manipulada de manera convenientemente para forzar que el resultado sea 666 para diferentes figuras políticas o religiosas. Manipulaciones similares se han hecho para obtener el mismo resultado con el emperador Domiciano, por ejemplo. En el caso de Nerón, para que funcione, no solo debe añadirse el título de “César” al nombre, sino que también requiere una transliteración al hebreo a pesar de que el Libro del Apocalipsis fue escrito en griego para una audiencia mayoritariamente de habla griega; sin mencionar el hecho de que su nombre y títulos consisten en cinco palabras, lo que resulta en un amplio margen de combinaciones si una no conduce al resultado deseado. Y en cuanto a la variante del escrito que menciona el número 616 para insinuar que se refiere a Nerón, esta alteración es más bien un reflejo de la opinión y el sesgo del escriba y no la intención del autor original. Segundo, aunque Nerón fue uno de los muchos que realizaron persecuciones en contra de los cristianos, no cumple con ninguno de los otros criterios mencionados en el Libro del Apocalipsis. La carta dice que la segunda bestia realiza milagros, es considerada profeta por muchos y engaña a multitudes, pero Nerón nunca afirmó ser profeta, ni realizó milagros, ni engañó al mundo; sus intenciones eran crueles, pero sus actos perversos se basaban en la coerción más que en el engaño.

 

Otras teorías igualmente cuestionables alegaban que el Falso Profeta emergería en un futuro conflicto, y cada generación durante dos mil años ha presentado como su candidato predilecto a alguien que vivió durante su propia época. Sin embargo, cuando el Libro del Apocalipsis es leído sin una mentalidad centrada en uno mismo, es evidente que el autor usa palabras como “pronto” o “cercano” varias veces en el primer y último capítulo porque su intención era hacer la gente de su tiempo viera más allá del humo y los engaños que ya estaban ocurriendo entre ellos. Aunque se podría decir con certeza que la influencia de esta figura ha continuado hasta el día de hoy, las teorías que creen que la segunda bestia es alguien de la era moderna son meras especulaciones sin argumentos lógicos ni hechos que las respalden.

 

Por otro lado, si realizamos un análisis objetivo y directo basado en todos los criterios claramente establecidos por el Libro del Apocalipsis y los hechos y argumentos lógicos presentados en Cuando Hablan los Truenos, el Moisés del Antiguo Testamento corresponde al 100% con la descripción, convirtiéndolo con certeza en la bestia que surge de la tierra (el Falso Profeta), mientras que todos los demás candidatos o teorías apenas concuerdan con el 20-30% de las condiciones.

IMPLICACIONES
 

El mensaje del libro del Apocalipsis desafía los postulados teológicos tradicionales, pero es una declaración constructiva para el espíritu y reivindicadora para quienes sufrieron persecuciones debido a su lealtad a las enseñanzas de Jesús. A pesar de ser señalados como enemigos de Dios y a menudo ejecutados por no estar de acuerdo con las leyes e historias escritas en el Pentateuco, los primeros seguidores de Jesús continuaron esmerándose para que su mensaje llegara a otros para el bien de nuestro entendimiento y crecimiento espiritual. Cuando Hablan los Truenos: Desenmascarando el 666 muestra cómo el autor del Libro del Apocalipsis hizo un trabajo espléndido en su intento de transmitir un mensaje crucial que era casi imposible de comunicar, considerando que cualquier escrito de ese tipo estaba destinado a ser destruido por aquellos que lo consideraban blasfemo con relación a la ley mosaica. El engaño de la bestia radica en las leyes crueles y en las historias violentas que glorifican el ego, las cuales, directa e indirectamente, siguen socavando las enseñanzas de Jesús sobre el amor, el autocontrol, la mansedumbre y la humildad, haciendo imposible que las personas asimilen plenamente la verdadera belleza y el poder reformador de las palabras de Cristo.

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